viernes, 13 de julio de 2012

Despedidas.


¿Duelen las despedidas?

Momentos inevitables en cualquier punto de nuestras vidas, instantes que siempre, de una u otra manera crean un antes y un después, esa línea delgada entre un "hasta luego" y un "adiós".
Si bien es cierto que existen varios tipos de despedidas, todas llevan un mismo sabor amargo. Están, las que son temporales, momentáneas, esas que se dan, sabiendo que en un futuro habrá una palabra de bienvenida esperando.Luego, aquellas que se dan sin querer, las que nos hacen mirar atrás con ganas de volver, pero, toca aferrarse a la realidad, en donde dar un paso hacía el pasado, es imposible. Después, las que a simple vista son casi imperceptibles, pero, contienen una ola de sentimientos y emociones en el interior de quien está involucrado, vaya que estas son una de las peores, porque, parece ser que todo está bien, cuando, el intragable nudo en la garganta, solo anuncia una muy remota posibilidad de algún regreso. Debe ser enorme la cantidad de despedidas que pueden haber, unas, más lacerantes que otras, pero, tristes al fin.
Luego de estos inevitables trozos de realidad, viene la etapa a la que decidí llamar "descarga", sí, esa descarga con la almohada, con cualquier objeto inanimado que se nos cruce, ese espacio en el que solo entra, por un lado, la rabia, la tristeza, la desorientación, y por otro, el orgullo, ese orgullo que dice, no volveré, una palabra muy inconsistente, porque, a diferencia de las despedidas terrenales, las demás, casi nunca son cumplidas a cabalidad, en este instante, no se admiten fantasmas, eres tú, luchando contigo, con todos esos sentimientos, decidiendo si exteriorizarlos o dejarlos dentro, en todo caso... 

¡Claro que duelen las despedidas! 

10 comentarios:

  1. Hola Emily, viajando a bordo de mi Somorgujo Asombrado visitando blog de amigos llegué hasta aquí, dejo mi huella para encontrar el camino para volver a leerte, siempre que me lo permitas.
    Los adioses son todos tristes, dá la casualidad que lo mismo comento en mi blog, tal vez quede alguna puerta abierta que permita el regreso de quien nos dejó el dolor de la despedida.

    Saludos!

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  2. Hola Roberto, gracias por dejar tu huella, espero eso permita futuras lecturas de ambas partes.
    Es así,duelen las despedidas, unas más que otras, pero, duelen, y así como es comentado también dejan puertas abiertas para futuros encuentros.
    Qué bueno,entraré a leerte.

    Saludos.

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  3. Muchas gracias por seguir mi blog, para mí es un placer.
    Les deseo un feliz fin de semana con mucho amor

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  4. Gracias a ti, luna.
    Que tengas un excelente fin de semana.
    Saludos.

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  5. Me gusta mucho como has catalogado las despedidas. Sí que duelen sí, yo tengo una vida llena de despedidas (soy argentina, pero vivo en España hace 7 años, o sea, que las despedidas son algo con lo que convivo casi, siempre hay alguien que me vino a ver y se tiene que ir o fui a mi país de visita y llega el momento de volver), pero por suerte he aprendido a llevarlas bastante bien...
    Muy lindo este post, un saludo

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  6. No conocía estos dotes tuyos para escribir prima :)
    Y puedo añadir que para mi, las peores despedidas son aquellas en las que no tenemos la oportunidad de decir "ADIÓS" o "HASTA PRONTO" o alguna palabra. Duele mucho aceptar que hay personas que van a vivir en nuestros corazones siempre, pero no en nuestras vidas... Ese es mi caso, me dolió mucho tener que decir "HASTA PRONTO" al viendo, no poder dar un ultimo beso, un ultimo abrazo, no poder decir cuanto significaba esa persona para mi, pero así es la muerte, llega y aunque es lo único seguro que tenemos nunca estaremos preparados para ella. A veces pienso que quizás eso sea lo que mas me duele, no haber demostrado al máximo cuan importante era esa persona para mi. Pero en fin, todas las despedidas duelen y mas cuando se ama a una persona, cuando sabes que es lo mejor, o que Dios así lo decidió.

    De todo esto me quedo una buena enseñanza: "El tiempo es demasiado corto y valió como para desperdiciarlo"

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  7. Hola Eva, muchísimas gracias por leer el post. Es así, se aprende a convivir con ellas,es difícil, pero, se aprende.

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  8. Prima, no le llamemos escribir, podríamos decir que es desahogar. Una de las peores despedidas, son esas, sin duda, pero...la enseñanza queda.

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