lunes, 30 de julio de 2012




Si me dejas sola más tiempo, corres el riesgo de no saber dónde estaré cuando vuelvas.

viernes, 13 de julio de 2012

Despedidas.


¿Duelen las despedidas?

Momentos inevitables en cualquier punto de nuestras vidas, instantes que siempre, de una u otra manera crean un antes y un después, esa línea delgada entre un "hasta luego" y un "adiós".
Si bien es cierto que existen varios tipos de despedidas, todas llevan un mismo sabor amargo. Están, las que son temporales, momentáneas, esas que se dan, sabiendo que en un futuro habrá una palabra de bienvenida esperando.Luego, aquellas que se dan sin querer, las que nos hacen mirar atrás con ganas de volver, pero, toca aferrarse a la realidad, en donde dar un paso hacía el pasado, es imposible. Después, las que a simple vista son casi imperceptibles, pero, contienen una ola de sentimientos y emociones en el interior de quien está involucrado, vaya que estas son una de las peores, porque, parece ser que todo está bien, cuando, el intragable nudo en la garganta, solo anuncia una muy remota posibilidad de algún regreso. Debe ser enorme la cantidad de despedidas que pueden haber, unas, más lacerantes que otras, pero, tristes al fin.
Luego de estos inevitables trozos de realidad, viene la etapa a la que decidí llamar "descarga", sí, esa descarga con la almohada, con cualquier objeto inanimado que se nos cruce, ese espacio en el que solo entra, por un lado, la rabia, la tristeza, la desorientación, y por otro, el orgullo, ese orgullo que dice, no volveré, una palabra muy inconsistente, porque, a diferencia de las despedidas terrenales, las demás, casi nunca son cumplidas a cabalidad, en este instante, no se admiten fantasmas, eres tú, luchando contigo, con todos esos sentimientos, decidiendo si exteriorizarlos o dejarlos dentro, en todo caso... 

¡Claro que duelen las despedidas! 




¿Para qué dejar que te derrumben? dijo. Pues, simple, para aprender a reconstruirme, agregué.



lunes, 9 de julio de 2012

Y buscando conclusiones...

En un punto donde lo más importante no es lo que veo, sino lo que no veo, donde lo transparente posee algo más que transparencia , donde las lineas se llenan de letras, y estas, a su vez, de pequeñas frases significativas. 

La simple perspectiva de las cosas, esa que nos arroja miles de resultados de otras tantas, la idea de crearnos incógnitas, la idea de hallarles un "por qué" a estas, nos carcome, nos torturamos tanto pensando en el punto de partida que ignoramos por completo su trayectoria.

Son tan cambiantes las ideas, que un día estamos seguros de algo, y mañana, totalmente convencidos de que no es así, creemos poseer, poseer cariño, cariño de los demás, cuando, a veces, ni siquiera nos tenemos a sí mismos, cuando, ni siquiera tenemos el poder de elegir cosas que nos afectarán directamente, tal como las enfermedades, como la muerte. 

Pero, de algo estoy segura, tenemos el poder de la perspectiva y de tomar decisiones menos complejas, como, por ejemplo, cómo afrontar una situación.


Hay que escoger, o te afecta y te mata, o te afecta y sigues.  



Nuevo Blog.

Y aquí llegamos, un nuevo blog, con algunas entradas del anterior, y muchas nuevas vendrán.


Yo sigo siendo la misma, dicen, pero con diferente tamaño.



Esto es lo que soy, en letras. 
Esa paz que produce mirar el mar, mirar esa línea que lo une al cielo, ese ruido que evoca paz.




Entre mis mayores placeres, está observar esta inmensidad, donde todo se hace pequeño, donde no existe nada más que él y yo, y si existe, no lo recuerdo. 


Y podré llamar AMIGO, a aquel que me entienda en mi desorden, en mi incoherencia.

Hoy, son pocos... ni los mejores, ni los más cuerdos,quizá, pero, sí los perfectos, los suficientes.

"La vida es como un viaje en barco, subes y bajas según las olas. Gracias a los amigos, no pierdes el horizonte. Y cuando sufres naufragios, la amistad es la ancla que te apoya mientras buscas el nuevo rumbo"



 Ustedes saben quienes son.

Dedicado a ti, cariño.


A ti, que me conociste y desconociste a la vez, a ti, que me mirabas a los ojos sin temor a nada más, a ti, que por dos años supiste lo que es querer a alguien como si en la vida no existiera nada más o mejor dicho, ser querido por alguien.




A ti, dulce y amargo, que sabes quién soy, pero, no sabes quién eres.
A ti, que me enseñaste la importancia de no aferrarnos a algo que camina sobre la inestabilidad.

Gracias, catire de ojos verdes, por cambiar mi mundo. Hoy no estás, pero dejaste mucho, la visión de un mundo donde el sujeto y el complemento, soy yo.

Gracias desgraciadas, te doy, por nada.






Un nuevo estilo de vida.


Todos alguna vez hemos tenido un dolor de cabeza, no hay que hacer más que tomar una pastilla y problema resuelto.

El dilema radica cuando ese dolor no desaparece en días, te vuelves torpe y termina siendo como la tos, puedes vivir con ello, pero, es casi insoportable.


Las cortas lineas, puede que resuman mi ausencia.

Dulce recuerdo.


Las palabras quedan.

Revisando cajas, observando hojas que se han vuelto amarillas con el tiempo, victimas de los años, de el despiadado paso de las horas, días, y demás... sin embargo, hay cosas escritas, que no cambian...





"Mi niña bella, hermosa, inteligente, cariñosa, coqueta, qué agradable fue para mí ser tu maestra. Recuerdo el día que me contabas de tu papi, y que me decías "Mae, yo lo quiero mucho, pero, él casi no me llama y por eso me pongo brava", yo sonreía y te decía que no te preocuparas que cuando llamara, le dijeras lo que sentías. Le pido a Dios y a la virgen que logres alcanzar las metas que te propongas, al lado de esa persona tan importante que te apoya, te ama y te complace, como lo es tu mamá.

A ti papá, los hijos son el tesoro más grande que Dios nos dio, por eso, la cantidad de tiempo no es tan importante como la calidad del mismo que le dediquemos.

Con amor, de tu maestra"

Nacira.

Julio, 2000.

Te recuerdo, mae, te recuerdo tan serena, preguntándome ¿por qué no juegas con los demás niños? y yo siempre con una sonrisa, respondiendo a tus preguntas.
Me recuerdo tan consciente como ahora del amor que sentía por mamá, que siento, que sentiré, y cómo no, de el dolor de la ausencia de papá, que aún es notable.
Te recuerdo, observando, analizando a cada uno de mis compañeros, disfrutando tu trabajo, tu labor, con una sonrisa que transmitía la confianza necesaria para saber que nunca te olvidaría, te recuerdo siendo la primera en tratar de explicarme la razón de ciertas ausencias... Te recuerdo por ser quien me dio algunos de mis primeros recuerdos.

Ausente destinatario.

Cito:
 "El padre debe ser el amigo, el confidente, no el tirano de sus hijos."

¿Por dónde comenzar? Son más de trece años desde ese momento en que te fuiste, desde ese momento en que me di cuenta que las cosas cambiarían, desde esos traumáticos cuatro años de edad donde comenzaste la intermitencia, desde esos días, lo supe, papá.

Sabía que siempre estarías allí, sabía que con tus infinitos “Te amo” llenarías mi vida para siempre, por la eternidad, en cada dificultad, en cada paso en falso que diera, antes lo sabía, hoy me queda claro que sólo eran pensamientos infantiles.
           
                                
 
No sabes lo feliz que me hacías con tus llamadas, con tu pregunta favorita “hija ¿hasta dónde me amas?” A las que yo no sabía más que responder “de aquí al infinito, papi” y que tú retabas “pues, yo te amo más allá, mi amor” y la conversación podría tornarse interminable, esas salidas únicas, ese amor que irradiábamos, esa distancia que no era más que ganas de vernos, esas expectativas una y otra vez de que los fines de semana tal vez podían durar mucho más tiempo, de que mami y tú estuvieran juntos otra vez, y fuéramos felices, felices los tres. Hay muchas cosas que de niños ignoramos, demasiadas, diría yo… o simplemente estamos tan encerrados en la inocencia que no nos damos cuenta de la realidad ¡Qué tristeza! Y que alegría a la vez.

Acaso hiciste que mi mamá me mintiera tantas veces cuando le preguntaba ¿Y papi, mami? Porque ella no hacía más que decir que vendrías, pero ya no te quedarías tanto como antes, grande mami, siempre intentando tapar el hueco que dejaste en mi vida, en su vida, en esos días. No sabes las ganas de correr hacía ti cuando mamá me regañaba por algo, de refugiarme en tus brazos, pero, no estabas, de sentirte presente, así fuese para que me dijeras cuando no hacía las cosas bien, te necesité papá, y quizás, aún lo siga haciendo, no sabes las veces que le oraba a ese Dios, pidiéndole religiosamente, todos los días, que volvieras, y las veces que vi a mamá llorando cuando yo decía esas palabras, no entendía por qué, hoy lo entiendo.

No sé si decirte Papá, Papi, o sólo Padre, hoy esos son sólo recuerdos, a veces, no me dan ganas de pensar en eso, es tanta la distancia convertida en ausencia, que prefiero ignorar todo, ignorar que no estás como quisiera, ignorar que tengo un padre, alguien que me engendró, no te busco, no te recuerdo que existo, a veces hago eso, tú lo llamas orgullo, yo lo llamo desorientación, no entiendo como alguien puede amar e ignorar tanto a la vez, nunca lo entenderé.

En cambio otras veces, creo que estás lanzando contra mí esas infinitas discusiones con mi madre, eso que sea lo que sea haya pasado en su pasado ¿lo estoy pagando yo, acaso?

Es imposible colocar un orden de ideas al hablar de ti, simplemente no sé por dónde comenzar, por dónde terminar, son tantas cosas que te debo, y que no te debo…¿estuviste en mis mayores logros? No, papá, no… y a veces, piensas que son cosas sin importancia, pero, no sabes lo que me hubiese encantado tenerte al enfermar, al ganar una competencia, al superar mis expectativas sobre algo, no estabas allí o estuviste muy poco, y sigue siendo así, sigues estando sólo cuando tu vil interior te recuerda que tienes una hija, sigues siendo muy inconsistente.

Hoy sólo llamas, para recordarme mi decepción, para desestabilizar, más, mi vida, para decir cosas sin fundamento, para internarme más y más en esa desorientación que trece años me ha costado alejar, para hacerme consciente de que cada día te alejas más de mí, para hacerme arrepentir de no haberme ido, lejos, con mamá, para recordar esas sesiones de abogados, peleas, demandas, donde me trataban como un trofeo, un trofeo y el ganador me tendría, cuando yo sólo quería tenerlos a los dos, a mami y a ti, por igual, hoy no sé que sentir, papá, soy muy cobarde para decirte la cuarta parte de lo que aquí escribo, algún día tendré la fuerza necesaria para hacerlo, mientras tanto, deseo que algún día no trates de recuperar el tiempo perdido, y que sea demasiado tarde. Pasa el tiempo, papá, y más que tiempo, me dan ganas de recordarte que si el amor no se comunica, como el fuego, se apaga

domingo, 8 de julio de 2012



Mejor tú avanza, mientras que los demás se quedan recogiendo las piezas de su rompecabezas interminable.

Aquí...



Dificultades...

¿Por qué a veces sentimos que todo nos sale mal? ¿Por qué no nos detenemos a pensar con claridad en vez de lanzar culpas al vacío?

¿Será porque somos seres facilistas? ¿Personas a las que nos gustan las cosas a la mano? ¿Por qué simplemente no somos mas inquisitivos? ¿Por qué no indagamos? ¿Por qué me hago tantas preguntas y estoy lejos de tantas respuestas?

 Respuestas que quizás estén más cerca de lo que se piensa,porque cuando algo parece muy difícil, por lo general se debe a que es más sencillo, es solo que somos por naturaleza complejos y no podríamos creer que una simple llave abra una cerradura tan complicada metafóricamente.

Pensar tanto cansa, pero no soy la única persona en el mundo cansada, solo me limito a escribir, hablar, escribir, hablar... para poder sacar lo que siento, este es uno de los días en donde siento mucho peso encima, muchas decisiones que tomar en poco tiempo, mucha presión de no fallarle a los que creen en mí, tengo ese peso que solo cuarenta Emilys cargarían ¿por qué no soy como una hormiga? Ellas pueden transportar objetos de muchas veces su propio peso y si miramos podremos verlas correteando de acá para allá, trabajando sin descanso día y noche para crear grandes edificios en el mundo de las hormigas, pero no soy hormiga, soy un simple ser humano que esta soportando mas de lo que puede en su cabeza que esta pronta a una explosión, todo para vencer.
 "No hay victoria sin dolor" por supuesto están diciendo tonterías, lo dicen porque suena bien y porque sospechan que nadie se atreverá a llevar la contraria,es perfectamente posible hacer algo positivo sin experimentar tristeza o sufrimiento, lo que si creo cierto es que no puede haber victoria sin cambio,algunas veces el cambio nos sorprende, nos molesta o nos resistimos a él, en el proceso nos sentimos infelices...ahora estoy en ese proceso. CAMBIO, DUDAS, ADOLESCENCIA... una desagradable combinación, sin embargo debo tener auto control, de ese que casi carezco, ese auto control que es el arma más poderosa que puedo emplear para así reconocer mis limitaciones y hacer todo lo posible por vivir dentro de ellas, tal vez sea difícil, pero no imposible y por supuesto omitir la soledad que nos hace oler la ausencia.
 Aquí estoy, aquí voy.

Música, canción...vida.


Una canción... música para el alma.

Es increíble como una composición musical se convierte en más que eso...
Melodías que hacen eco, rememoran lugares, momentos, aromas y por supuesto, personas.
Esos recuerdos presentes que llegan como sonidos, las imágenes intangibles de lo que ya pasó, pero a su vez, sigue vivo...esas notas que se unen para formar, una canción.


Bien dijo Friedrich Nietzsche:
"Sin música la vida sería un error"

Cuanta razón tuvo, cuanta razón tiene.

La música se encuentra en todas partes, en un amanecer, en un atardecer, en las noches, en la risa de una persona querida, en los buenos y malos momentos.


Quién no ha dedicado una canción, quién no ha encontrado ese pedacito de cielo con unos audífonos, la música es vida y la vida sin música, estaría incompleta.

Uno de mis recuerdos favoritos los contiene una canción de Michael Bublé, cantante de Jazz, quien colocó en "Everything" mis lineas favoritas...


Aquí un fragmento:
"And in this crazy life, and through these crazy times It´s you, it´s you, You make me sing. You´re every line, you´re every word, you´re everything".

Sin lugar a dudas, para los que saben apreciar el buen recuerdo que ofrece una canción, compartirán la emoción, esa "piel de gallina", ese éxtasis al que se llega...solo escuchando.



"La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido"
Leonard Bernstein

miércoles, 4 de julio de 2012

¿Soy?


¿Qué soy? ¿Quién soy?

Noches, noches oscuras, en las que mi mente me juega malas pasadas, pregunta miles de cosas, le respondo con otras miles, pero no se convence, no se rinde, siempre ahí, presionando, imponiendo su autonomía, sin que ninguna respuesta le calme la sed, la curiosidad, las ganas de hacerme decir más y más. Me hace cuestionar tantas cosas ¿quién soy? Alguien, algo, de eso no hay duda, pero ¿qué soy? Tengo nombre, eso debería contar. Observo situaciones, analizo circunstancias, las repaso y todo indica que allí es cuando debería emitir opinión sobre ellas, pero no, prefiero el silencio, crear una divertida secuencia de paradigmas hacía los demás, divertidas para mí, desconocida para muchos, rara para otros, pero, mi propio código finalmente, y no lo practico en plan de misterio, sino para formar mis propias ideas. Eso te debe dar una perspectiva de lo que soy, incluso creo que dice mucho de mí.
Quizás sea un error ese enfoque en mi mundo, ese enfoque que te doy, mente, tanto, que a veces creo que me olvido de lo primordial. Aún recuerdo las veces que me pregunté si estaba haciendo las cosas bien, hoy puedo decir lo equivocada que estoy, lo equivocada que estaba. Jamás podré dejarte, estás allí, no te irás, hasta que me vaya contigo, y aun así, no podría asegurar que te marches también, mente.  A veces te maldigo, lo hago como una vikinga, te escupo, te torturo, y tú te ríes, te ríes de mí por tratar de aislarte, por no entender que aunque seamos dos, somos una, pero, en cambio, a veces te idolatro, por acompañarme, por siempre estar allí, por permanecer incluso cuando yo me quiero ir, riéndote de los que me dañan, queriendo a los que me quieren y siempre analizando, juzgando que es lo bueno y lo malo de cada cosa.
En realidad no sé si te hablo a ti, mente, o si sólo me hablo a mí, a ese yo interno, quizás sean las dos cosas, la necesidad de tener una conversación conmigo, contigo, plasmarla en letras, que no sólo se queden en ideas inconclusas, esa necesidad de encontrarme, de encontrarte, de formar un acuerdo donde ninguna nos afectemos, pero, retrocedo y sé que es imposible; cuan contradictorio suena esto, respondes.
Soy un manojo de contradicciones, soy lo que quiero ser incluso cuando no soy, o puedo ser lo que no quiero cuando sí lo soy, estás cosas sólo tú las entiendes, sólo yo las entiendo y sigo viviendo en mi circulo, en mi cuadrado, en mi triangulo, en cualquier figura que no deje entrar nada más, encerrada contigo, temiendo que todo lo que me rodea un día se derrumbe, un día deje de funcionar, deje de existir, miedo irracional a toda conexión que vaya más allá de lo cotidiano, viendo a mis amores que sólo aparecen en páginas de libros, viendo a mis viejos amigos con sólo algo en común, el pasado que compartimos, a los actuales como grandes personas a quienes adoro, pero, cada quien en su mundo, en su “onda”, y yo, habitando cuatro paredes, contigo, mente. Que vivo encerrada, dicen unos, que deje de soñar tanto y vea las realidades, dicen otros, equivocados ambos grupos, se está "encerrado" cuando lo que está fuera de ese lugar de comodidad, te resulta más cómodo que el mismo, y no es así, nada mejor que estar conmigo misma, y contigo, mente, por otra parte, la realidad siempre está allí, nada más monótono que vivir para ella; por ella, tal vez, pero, para ella; nunca.
Sé que es rara la forma en que este "yo", de pronto se convirtiera en un "nosotros", pero sin alguien más, sin anexar ninguna entidad extraña a mí, sólo tú, sólo yo, nos conocemos desde la concepción, qué bella es la pluralidad en este caso, eres mía, sí, uso ese gran adjetivo posesivo, ya que, eres lo que conozco, mente.
 Algún día sé que podré responderte apropiadamente lo que soy, hoy solamente puedo definirme como la representación de mi nombre, tu querida amiga, si buscas eso, tu confidente, si lo prefieres, soy de ti, tú de mí, me controlas, te controlo, haces posible que te hable, como ahora lo hago, te puedo leer, escuchar, todo a la vez, eso es algo bueno y mientras sigan tus cuestionamientos, de seguro seguiré vociferando groserías e insultos hacia ti, pero también seguiré apreciando que la vida me haya dado el “don” por así decirlo, de tenerte, de no tener una mente conformista, de tener sed de conocimiento, curiosidad, y omitir ese estúpido afán por agradar a las masas, finalmente entiendo que de nada vale remar contra la corriente, el soy ocupada demasiado espacio en el seré, seguiré diciendo no sé, y viviendo en la posibilidad, seguiré observando, seguiré callando, seguiré tal cual como antes de escribir esto, aún me pregunto por qué soy como eres, pero, eso también me lo seguiré cuestionado. Me encuentro contigo, en una sociedad, en un enorme síndrome en proceso de extinción, pero, si amas algo habrá consecuencias, dicen, yo amo vivir, y luchar cada día contra la igualdad de muchos y mi desigualdad, es la consecuencia.